Loren acababa de cenar con sus padres y se había hecho tarde, al día siguiente tenía una reunión muy importante en el trabajo, era noche cerrada de esas que ni la luna brilla, Loren paró en una gasolinera para repostar y compró una bolsa de chuches que estaba de oferta.
Cuando acabó se subió en su coche un flamante Chevrolet, cerró la puerta y continuó su camino puso la radio para tener un poco de compañía, cambio de emisora automáticamente y pillo a un locutor a media frase que decía ” La policía pide precaución debido al asesino en serie que aun anda suelto, es extremadamente peligroso y las autoridades piden a los ciudadanos que no salgan de sus casas y que cierren puertas y ventanas y sobre todo no establezcan conversaciones con desconocidos, y ahora pasamos a la mejor música.”
Loren bajó un poco el volumen y siguió conduciendo por la carretera secundaria desierta y oscura, cuando a los pocos kilómetros vio a un hombre en el arcén con el dedo levantado haciendo autoestop.
Aflojó un poco la marcha era un hombre de unos 40 años, desaliñado y sucio
El insistió a que parara y comenzó a hacer gestos extraños levantaba las manos y enseñaba las palmas, miro por el espejo retrovisor asustada, el hombre echo a correr tras el coche gritando.
Ella no podía oír lo que decía, aceleró todo lo que pudo hasta que lo perdió de vista, paro el coche en el arcén suspiró un momento después del susto miro una última vez por el espejo retrovisor y vio en el reflejo una sonrisa maléfica y una mirada aterradora.
Se giro hacia atrás el asesino estaba en el asiento de atrás escondido
Tenía un cuchillo entre sus manos, y le dijo “Pensé que ese hombre me iba a arruinar la noche, menos mal que no le hiciste caso cuando trato de advertirte de mi presencia” y con un movimiento seco seccionó el cuello de la joven, al día siguiente su cuerpo apareció en el bosque de esa carretera con la cabeza decapitada, junto a a otros 19 cuerpos que la policía había encontrado en los últimos días…
