Hace ya un tiempo se comenta que aconteció algo inédito, algo que llamó la atención en todo un pueblo. Se trata de una ola de asesinatos no crueles, no muy sangrientos, simplemente asesinatos cometidos tanto a hombres como a mujeres generalmente mayores de 23 años de edad, no existía un modus operandi definido, salvo que el o los asesinos operaban en altas horas de la noche.
Sabiendo que se trataba de un pueblo tranquilo, un día como cualquier otro se corrió la noticia de la muerte de un joven y una señorita, se sabía que apenas se conocían, mas no había muchas cosas en común que vinculara la muerte de el joven y la dama.
Los días pasaban y los asesinatos iban en aumento.
12 víctimas sin tener conexiones que los relacionasen, o al menos eso pensaban hasta que el detective Charles Viges empezó a encontrar un muy extraño y poco común vinculo que relacionaba a todos los occisos del asesino serial «las víctimas eran mayores de 23 años y todos, absolutamente todos eran solteros»
El miedo de los ciudadanos obligo a muchas parejas jóvenes y veteranas a casarse, especialmente por la iglesia.
Diariamente el sacerdote celebraba 4 o hasta 6 bodas, sin embargo, esto no frenó al asesino que seguía haciendo de las suyas. Un par de semanas después el número de muertos ascendió a 26 y cumplía con los mismos requisitos. Ninguno de los que se había casado estaba en peligro, únicamente los solteros.
Charles era un hombre solitario.
Estaba enamorado de una mujer que siempre lo había rechazado y que casualmente ella también era soltera, temiendo que le pase algo fue para proponerle matrimonio sosteniendo que, a parte de su amor por ella, se preocupaba por su vida y su bienestar, pero ella se negó nuevamente asegurando que tenía más pretendientes y que pronto se casaría con alguno de ellos.
Charles quedó devastado pese a tener algunas mujeres interesadas en él.
Pasados solamente dos días la cifra aumentaba a 34 y los casamientos también iban en aumento, los solteros estaban aterrados, Angela, la mujer que Charles amaba seguía soltera y sus pretendientes habían muerto al igual que las mujeres solteras interesadas en él; ya para este punto quedaban muy pocos solteros y el miedo a ser el siguiente prevalecía.
Desesperado, Charles fue hasta la iglesia donde el sacerdote había habilitado un espacio para recibir confesiones. Charles mostro su frustración, su impotencia de no poder dar con el asesino y su miedo de ser la próxima víctima, ya que no estaba dispuesto a casarse si no fuera con la única mujer que él amaba. El sacerdote solamente le recomendó que tome la decisión que mejor le convenga, posteriormente él se confesó y salió con cierto aire de frustración.
El hombre llegó a su casa, inquieto tomó su arma y la recargó.
estaba seguro de que tendría visita esa noche. Daban las dos de la madrugada cuando charles se mantenía en vela mirando por la ventana, esperando sigiloso hasta que finalmente apareció, era el sacerdote acompañado de sus dos monaguillos quienes husmeaban y merodeaban su casa; pero Charles fue más listo y gracias a sus habilidades policiacas eliminó a los tres visitantes con su calibre 38.
Al día siguiente el detective Charles Viges ofreció a los ciudadanos un discurso sobre lo ocurrido aquella noche, explicando los motivos que llevaron al sacerdote a cometer tales actos deplorables y maquiavélicos, pues aseguró que, gracias a los casamientos, el sacerdote recaudó una muy considerable recompensa económica con la ayuda de sus monaguillos, mataron a los solteros para asegurarse de que el miedo obligara a los demás a casarse y así acaudalar mucha riqueza.
El pueblo vio a Charles como su héroe e inmediatamente lo nombraron alcalde indiscutible del pueblo.
Por su parte Angela, al ver la valentía de Charles aceptó casarse con él.
Charles Viges es el claro ejemplo de una de las mentes más brillantemente malvadas y maquiavélicas que pudo haber existido. Fue él quien orquestó todo, asesinó a los solteros por las noches, a los pretendientes de Angela, encontró el chivo expiatorio perfecto como lo era el sacerdote del pueblo, puesto que el día que fue a confesarse le dio todas las pistas para que el cura sospechara de él y fuera a buscarlo hasta su casa e investigar, es obvio que no podía hablar sin estar seguro ya que es un mandato sagrado mantener las confesiones en secreto.
Una vez asesinado el sacerdote y sus monaguillos que lo acompañaban.
Charles los ofreció al pueblo como los verdaderos responsables.
Logro ser la máxima autoridad del pueblo y casarse con la mujer que deseaba desde el principio. Solo ella pudo saberlo el día que charles falleció a los 72 años.
Dijo que no quería irse al infierno sin antes decirle toda la verdad…
Derechos de Autor: Alexander JR