En una noche de luna llena, cuando la oscuridad envuelve la tierra en su manto, algo aterrador aguarda en las sombras. El Gran Levantamiento de Muertos, un fenómeno maldito que ocurre cada cien años, despierta a las almas que yacen en sus eternos descansos y las convoca a cumplir un siniestro propósito: exterminar a los vivos.
Todo empieza con un viento aullador que susurra profecías macabras a lo largo de las tumbas y los cementerios abandonados. Los cadáveres, corroídos por el paso del tiempo y la decadencia, yacen impávidos, esperando la llamada de la luna llena. Cuando llega el momento preciso, los muertos se desentierran de sus tumbas, emergiendo de la tierra como si el mismísimo infierno los hubiera vomitado.
Sus ojos vacíos y sin vida se iluminan con un resplandor infernal, mientras sus cuerpos putrefactos se mueven con una agilidad imposible. Un susurro ominoso recorre el aire mientras los muertos se organizan en hordas, ansiosos por saciar su hambre de carne y venganza. La ciudad es tomada por un terror indescriptible cuando los vivos se dan cuenta de que están condenados a enfrentarse a su propia pesadilla.
Las calles se llenan de llantos, gritos y desesperación. Las luces se desvanecen, dejando a la ciudad sumida en la más absoluta penumbra. Los vivos, temblando de terror, intentan resistir, pero su fuerza y valentía se ven superadas por el poder abrumador de los muertos vivientes. La agonía y el sufrimiento se extienden por cada rincón, mientras las almas en pena danzan en medio de su propia victoria macabra.
Los muertos no discriminan a quién atacar. Amigos, familiares, seres queridos convertidos en monstruos sin alma se abalanzan sobre los vivos con sed de sangre. El olor de la muerte llena la atmósfera; es un aroma asfixiante, que deja en el aire un hedor lúgubre e inolvidable. La esperanza se desvanece lentamente mientras los cuerpos caen, uno tras otro, incapaces de resistir el poder imparable de los muertos.
La ciudad se convierte en un campo de batalla dantesco, donde los vivos intentan huir desesperadamente de sus perseguidores sin vida. El auge de la luna llena cobra su precio más alto, y aquellos que logran sobrevivir al primer encuentro tendrán que enfrentarse a su peor pesadilla una y otra vez, hasta que la maldición de la luna llena cese.
El gran Levantamiento de muertos es un recordatorio macabro de la fugacidad de la vida y de la inevitable llegada de la muerte. Durante esas noches embrujadas, los límites entre el mundo de los vivos y el de los muertos se desdibujan, y la oscuridad se adueña de todo. La esperanza se desvanece, y solo queda la lucha insensata por la supervivencia en un mundo que ha sido conquistado por el horror.
Así, mientras la luna llena brilla con su poder maligno, los muertos continúan acechando en su eterno levantamiento, determinados a consumar su venganza y a llevar a los vivos al abismo de la perdición. Solo queda preguntarse: ¿quién logrará sobrevivir hasta el amanecer?