En lo más profundo de la noche, cuando las sombras se alargan y los ruidos del mundo se desvanecen, es cuando se escucha el aterrador sonido del tren perdido. Se dice que este tren fantasmal viaja a través del tiempo y el espacio, llevando consigo a aquellos que se atreven a subir a bordo hacia un destino desconocido y aterrador.
La leyenda cuenta que hace muchos años, un tren partió de la estación en una noche tormentosa. Los pasajeros a bordo estaban llenos de miedo y ansiedad, sin saber qué les deparaba el viaje. A medida que el tren avanzaba por las vías, una niebla espesa envolvía el paisaje, impidiendo ver más allá de unos pocos metros.
Con el paso del tiempo, los pasajeros comenzaron a notar que algo no estaba bien. Las luces parpadeantes, los asientos vacíos y los susurros en las sombras los llenaban de temor. Algunos intentaron huir, pero encontraron las puertas bloqueadas y las ventanas selladas. Estaban atrapados en el tren perdido.
A medida que el tren avanzaba, los pasajeros comenzaron a desaparecer misteriosamente. Sus gritos de terror resonaban en los pasillos vacíos, mientras la niebla se espesaba y los susurros se intensificaban. Aquellos que aún quedaban a bordo sabían que debían encontrar una manera de escapar antes de que fuera demasiado tarde.
La locomotora seguía avanzando a toda velocidad, sin parar en ninguna estación conocida. El paisaje fuera de las ventanas cambiaba constantemente, mostrando escenas aterradoras de un mundo distorsionado y retorcido. Los pasajeros se aferraban a la esperanza de encontrar una salida, pero el tren parecía no tener fin.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el tren llegó a su destino final. Los pocos pasajeros que quedaban a bordo bajaron temblorosos, encontrándose en un lugar desolado y oscuro. Las sombras se cerraban a su alrededor, y el sonido del tren perdido se desvaneció en la noche.
Aquellos que lograron escapar del tren perdido nunca hablaron de lo que vieron a bordo. Se dice que sus mentes quedaron marcadas por la experiencia, y que nunca volvieron a ser los mismos. La historia del tren perdido se convirtió en un cuento de terror que se susurraba en las noches más oscuras, recordando a todos que nunca se debe subir a bordo de un tren que no recuerda su destino.