El Hades o Inframundo griego era el lugar o espacio al que iban a parar los espíritus de los muertos en la cosmología griega. En la esfera que se suponía que era el cosmos, estaba situado en la parte inferior, por debajo del cielo y del mundo terrenal que gobernaba Zeus, y de los océanos, bajo la jurisdicción de Poseidón. Curiosamente, el Inframundo Griego recibía el nombre de Hades, que es el mismo que tenía el dios reinaba en él.
Si bien es cierto que Hades e Inframundo Griego se utilizan habitualmente como sinónimos, en realidad el conjunto del Inframundo es más amplio que el Hades, ya que engloba también el Erebus que es la zona de tinieblas que precede al auténtico Hades. Sin embargo, lo más habitual es que se refieran al mismo lugar. Allá donde viajaban las almas de los fallecidos.
Tu destino final en el Inframundo Griego dependía de cómo hubiera sido tu vida anterior. Ya fueras humano, semidiós o un Titán, el Hades era tu destino final si así lo decidía Zeus. Pocos se salvaban. Algunos, como Pegaso, se libraron por gracia divina y acabaron formando constelaciones en la bóveda celeste, pero prácticamente nadie consiguió salir del Inframundo griego.
Erebus o las Tinieblas Eternas
Ἔρεβος» significa “oscuridad”, “sombra” o “negrura”. La misma palabra se utilizaba tanto para hablar de un dios primordial que encarnaba la oscuridad primigenia, como para designar una zona del Hades; las Tinieblas Eternas. Estaban a la entrada del Inframundo griego. Una vez fallecidos, los muert0s pasaban en primer lugar por el Erebus. Los mitos lo definen como un “lugar de oscuridad entre la tierra y el Hades”. Caminando entre las tinieblas eternas llegaban hasta el lugar en el que Caronte tenía su barca. Una vez entregado el óbolo, los ayudaba a cruzar el Aqueronte o el Estigia y a penetrar en el auténtico inframundo griego.
Los Campos o Prados Asfódelos
Los conocidos en la mitología griega como Prados de Asfódelos o Campos de Asfódelos son uno de las tres zonas principales en las que se divide el Hades. A ella iban a parar las almas de los humanos ordinarios, los que no habían hecho nada extraordinario durante su existencia. El bien y el mal en sus vidas había estado equilibrado y su destino eterno eran los Prados.
Allí los muert0s se alimentaban de asfódelos que crecían por doquier y vivían realizando sus tareas diarias de una manera monótona. Nada era bueno ni malo, todo adquiría un tono neutro que confería al lugar un aspecto fantasmal. Se creía que antes de llegar, se obligaba a los que iban destinados a los Prados de Asfódelos a beber agua del río Lete. Al hacerlo, perdían su identidad y olvidaban su vida pasada convirtiéndose en seres sin consciencia. Los historiadores creen que esta descripción, posiblemente, era para alentar a los griegos a que se alistasen en el ejército ya que el destino final de la mayoría de soldados eran los Campos Elíseos y no ese lugar de eterna rutina.
Los Campos Elíseos
Los Campos Elíseos, las llanuras alcanzadas por los rayos o por el Sol, eran el lugar destinado a los hombres y mujeres heroicos y virtuosos, principalmente guerreros. Era la sección paradisíaca del Inframundo Griego. En ellos las almas inmortales vivían una existencia plena de felicidad y dicha. Allí pueden convivir con héroes y dioses. En París, la Avenida de los Campos Elíseos fue nombrada en honor del lugar de reposo eterno de dioses, héroes y valientes.
Los cinco ríos que atraviesan el Inframundo Griego
El Inframundo Griego estaba cruzado por cinco ríos. El Lete que hacía olvidar quién era al que bebía de sus aguas. El Flegetonte es un afluente del Aqueronte y por el corría un fuego que ardía sin ningún tipo de combustible. El Cocito era otro de los ríos. Por sus orillas vagaban durante cien años los que no podían pagar a Caronte y el río se llenaba con las lágrimas de los pecadores. Las aguas del Estigia servían para los juramentos de los dioses, que si incumplían su promesa tras beber el agua de este río recibían un castigo en forma de mudez durante nueve años. El Aqueronte era el río que cruzaba Caronte con su barca para llevar a los difuntos al Hades, en el Inframundo Griego. Nada flotaba en él excepto la nave del barquero.
El Tártaro
Según explica en la Ilíada el propio Zeus, el Tártaro está en el lugar más bajo del Inframundo Griego y es el lugar en el que los malvados recibenel castigo divino. Es oscuro y tenebroso, semejante a un pozo húmedo y frío. Está rodeado por tres capas de noche. Las almas de los que han sido malvados y traicioneros en vida están condenadas a morar eternamente en el Tártaro. En ese lugar, muy semejante al infierno cristiano, reciben castigos eternos. Sísifo, Ixión o Tántalo, fueron condenados a suplicio en el Tártaro.