Un día, Sara caminaba sola a casa después de una larga noche de estudio en la biblioteca. Era tarde y la calle estaba desierta. De repente, Sara vio a un hombre caminando hacia ella.
El hombre parecía normal al principio, vestía un traje de color negro con un sombrero de copa del mismo color pero luego ella notó algo extraño. Él estaba sonriendo de una manera siniestra que le pareció algo aterrador. Sara trató de seguir caminando, pero el hombre se acercó cada vez más. Sara se dio cuenta de que estaba tratando de bloquear su camino.
Entonces, el hombre comenzó a moverse de una manera extraña, como si estuviera bailando. Se movía de una manera extraña como todo su cuerpo de estuviera movido por el aire como si no tuviera huesos. Sara comenzó a caminar en la dirección opuesta, pero el hombre la siguió.
Sara intentó correr, pero el hombre la bloqueó de nuevo poniendo en su rostro una sonrisa aún más aterradora.
Entonces, el hombre se acercó a ella y le preguntó –¿quieres bailar?.
Sara estaba aterrorizada. No sabía qué hacer.
El hombre sonriente
Trató de empujar al hombre para apartarlo, pero él era mucho más fuerte de lo que parecía. Entonces, Sara corrió lo más rápido que pudo hacia su casa. Cuando llegó a su casa, Sara se aseguró de cerrar todas las puertas y ventanas. Pero eso no fue suficiente, durante las próximas noches, seguía viendo al hombre sonriente fuera de su casa.
Una noche al llegar tarde del trabajo Sara llegó a casa como de costumbre, se quitó la ropa para darse una ducha y de repente sonó el teléfono.
-Diga contestó Sara con voz suave porque sabía que a esas horas nadie llamaría.
Silencio no hubo contestación, -Diga volvió a decir Sara, y otro silencio inundó la habitación.
Colgó el teléfono y se dirigió al cuarto de baño para darse esa ducha que tanto necesitaba, al entrar vio que la ventana estaba abierta, la cerró con suavidad y sonó de nuevo el teléfono.
–Diga contestó Sara, de repente una voz aterradora le dijo –No quisiste bailar conmigo ahora morirás y me quedaré tu sonrisa.
Sara asustada colgó el teléfono y cuando se dio la vuelta para entrar en la bañera, un reflejo en el espejo paso rápidamente por delante suyo, al instante empezó a ahogarse no podía hablar ni gritar, sentía un fuerte dolor en el cuello se puso la mano y vio que salía sangre a borbotones, veía como se apagaba su vida cuando se giró y pudo verse en el espejo tenía la garganta totalmente cortada y tenía un vestido negro con un sombrero de copa y se puso a bailar.
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