Estos constantes apagones estresan al más ecuánime, le tengo fobia a la oscuridad y el motivo es muy simple, yo sé lo que me acecha en las tinieblas.
Hace unos días mi casa quedó totalmente a oscuras, mientras la última vela se consumía, su presencia se hacía más perceptible, le tengo tanto miedo… no puedo permitir que regrese a mi vida, tengo claro que si no fuera por nuestra hija, él ya me hubiera llevado a su lado.
Intento por todos los medios evitar que se extinga la luz, mi linterna no tiene baterías, el móvil se me estrelló contra el suelo y no quiere encender.
Me atrinchero contra una ventana, hasta que la luna me abandona, te siento cerca de mi, escucho tu retorcida voz decirme al oído:
– He vuelto por ustedes, esta vez me quedaré… –
Como un milagro la electricidad regresa. Pero yo sé que estás aquí.
Mientras observo a mi hija jugar con la nada, pienso en una forma de volver a deshacerme de ti, no te preocupes mi amor, juega con nuestra hija ahora que puedes, ya te asesiné una vez, recuerda que soy una bruja y te volveré a enviar lejos de nosotras…