Había una vez un niño llamado Jamie que amaba por encima de todas las cosas ver un programa de televisión que se llamaba “Jungle Cover” ha Jamie no le gustaba el fútbol ni las consola, solo quería ver ese programa y trataba de unas marionetas echas de trapo con unas facciones en sus rostros muy siniestros que vivían en el fondo de mar.
Un día después de la cena Jamie se puso en el sofá para ver su programa favorito, cuando su mamá le dijo -Jamie hay que ir a dormir que mañana tienes una excursión con el colegio y tienes que descansar, ya verás el capítulo mañana cuando regreses, mamá lo grabará.
-Estas de coña mamá, yo voy a ver el programa y punto, – contestó el niño.
Pero bueno – replicó la madre enfadada no voy a permitir que un mocoso de diez años me conteste así me oyes, así que a la cama y punto. Jamie enfadado le dijo:
-te vas a arrepentir de lo que has hecho, mami. Cuando ya estuvo en su cuarto a punto de dormirse, escuchó unos ruidos y voces debajo de su cama, se asomó lentamente pero no vio nada, cuando un voz terrorífica le dijo – Jamie hoy nos has fallado pensábamos que nos verías todos los días y has roto tu pacto.
Jamie reconoció esa voz era la de Rake una marioneta de su programa favorito.
Lo siento – dijo el chico la culpa ha sido de mi madre y esa maldita excursión de mañana. Entonces prosiguió la voz ya sabes lo que tienes que hacer. Jamie enfadado salió de su cuarto fue a la cocina, cogió un cuchillo y se dirigió al salón donde estaba su mamá viendo la tele en el sofá.
Se acerco sigilosamente por detrás y le cogió por el pelo tirando su cabeza hacia atrás y le cortó el cuello de oreja a oreja, la sangre empezó a salir a chorro pero Jamie no se inmutó, salió de su casa y cruzando la calle que separaba su casa con la del director del colegio se coló por una ventana que estaba entreabierta y entró en la estancia, Robert el director estaba en la cocina preparándose un sándwich cuando se giró vio a Jamie con su cara desfigurada y sus ojos huecos oscuros, levantando el cuchillo y clavando lo en su estómago sacándole las tripas con sus manos.
Jamie regresó a su casa se sentó en el sofá al lado de su mamá y continuó viendo su programa favorito.
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