Mi historia comenzó cuando me mudé a Winsconsin. Nos mudamos a una bella casa, pero, después de vivir algunas semanas allí, mi perro se volvía loco y miraba cosas que yo no podía ver. No podía decir nada por miedo a que me dijeran loco. Una noche le dije a mi esposa que no podía quedarme allá, puesto que me sentía observado.
Ella me dijo que no me preocupara puesto que lo que estaba sintiendo, era porque no estaba acostumbrado a esa casa.
La noche con más actividad paranormal fue exactamente la noche en que tuvimos esa conversación; el perro se levantó de la cama y salió a perseguir algo.
Como no podíamos verlo creímos que el perro estaba loco.
Como mi esposa tiene la costumbre de grabar las conversaciones que teníamos, escuchando la grabación se podía escuchar al perro ladrar, y de pronto se escuchó una voz que decía:
-Haz que se vaya.
Nos asustamos porque no había nadie más que dijera eso, como si alguno de los espíritus que había en la casa le temiera al perro. Consternados con lo que había ocurrido, decidimos que en la mañana llamaríamos un médium, y eso hicimos. Cuando llegó eran las 9:00 pm, nos sentamos en la sala esperando a que la médium terminara de revisar la casa en busca de un fenómeno sobrenatural.
La médium recorrió la casa haciéndole preguntas a los espíritus.
De pronto cuando la médium recorrió nuestra habitación, el perro se levantó y salió a toda carrera hacia nuestro cuarto, la médium con la palabra en la boca cayó desmayada al suelo y el perro empezó a ladrar.
Yo y mi esposa corrimos a ver por qué ladraba el perro, y al entrar, el perro le ladraba a un rincón vació mientras la médium estaba tirada en el suelo. Mi esposa y yo la ayudamos a despertar, dijo que se sentía como si tuviera una caja de cervezas encima.
Me sentí cansado así que nos paramos a hacer una sesión con el medidor de actividad, lo pusimos sobre la mesa, y empezamos a preguntar; Si hay alguien con nosotros en éste mismo lugar por favor, prende las luces; en cuanto dijimos eso el medidor se prendió.
Le dijimos que le preguntaríamos los números hasta que él escuche su edad y cuando lo haga que prendiera las luces, empezamos a contar hasta que llegamos a 10, se encendieron las luces, luego si era chico o chica, era chico.
En eso el perro empezó a ladrar atrás mío.
La médium se asustó y nos dijo que fuéramos a la parte de arriba, así que fuimos.
Ya allí, le pedimos nuevamente al espíritu que se manifestara, allí estaba Jones, un camarógrafo no creyente que a cada rato nos decía que eso no existía, hasta que yo le dije al espíritu que tocara a Jones, que no creía en su presencia.
De inmediato el perro ladraba como loco y salió corriendo hacia abajo, luego, Jones dijo que que le tocaban el brazo, terminamos la sesión.
En la mañana que revisamos las cintas, en lo que mandamos al espíritu a tocar a Jones se escuchó una voz que dijo:
-Ahora mismo.
Después de ésto nos cambiamos de escépticos a creyentes.
Siempre nos preguntan: ¿por qué se quedan allí si esa casa esta embrujada? nosotros respondemos que esa es nuestra casa y la compartimos con ellos, esa experiencia de verdad cambió mi vida.
