En el mes de octubre del año 1953, en el pueblo de San Hipólito Penitente, ubicado en el estado de Guerrero, tuvo lugar uno de los casos de posesión demoniaca y exorcismo más polémicos y a la vez desconocidos en México.
El padre Benigno González, oriundo de Guanajuato y reconocido estudioso de demonología graduado en Roma, realizó un ritual de exorcismo no autorizado por el Vaticano.
La afectada era la joven Pascuala García, quien en ese entonces tenía 15 años.
El caso fue documentado a petición del propio padre Benigno, quien reunió a un equipo de dos fotógrafos y un equipo de grabación de sonido, con la intención de conservar un registro fidedigno del procedimiento.
A pesar de no contar con el permiso del Vaticano, numerosos testigos oculares dieron fe de las “señas demoníacas” que la joven presentaba, entre las que destacaban una fuerza sobrehumana, hablar en latín, griego y amuzgo, (un dialecto arcaico del mismo estado de Guerrero, mismo que es casi desconocido).
Evidentemente, la extracción social de Pascuala (la menor de 8 hermanos en una de las familias más humildes del pueblo) hacía imposible que conociera ninguna de aquellas lenguas.
Se dice que además predijo la muerte de varios miembros de la comunidad.
Mismos que fallecieron en circunstancias misteriosas, y que incluso era capaz de levitar y hablar con una voz tan profunda y gutural que estremecía a quien fuera que lo escuchara.
El caso de Pascuala García
Las sesiones se llevaron a cabo en la misma casa propiedad de la familia García, durante dos largas semanas; en las que, lejos de mejorar, el estado de salud, mental y espiritual de Pascuala empeoró significativamente. La noche del 31 de octubre llegó la macabra culminación de los hechos, cuando los intentos del padre Benigno fallaron en la liberación de aquella pobre muchacha.
El caso de Pascuala García
La joven escapó de sus ataduras, y asesinó brutalmente a los dos fotógrafos y su progenitor, don Ramiro.
Hirió gravemente al padre Benigno, quien a duras penas sobrevivió al ataque. Por último, se inició un misterioso incendio en la casa, misma de la que la joven Pascuala escapó, saltando desde el segundo piso, para posteriormente desaparecer en el bosque que colinda con el poblado de San Hipólito.
El caso de Pascuala García
La muchacha nunca fue hallada, aunque numerosos testigos mencionan haberla visto deambulando por el bosque en años posteriores, convirtiéndose en una especie de leyenda urbana.
El caso de Pascuala García
El escándalo fue tan grande que la arquidiócesis mexicana tuvo que intervenir.
Se dice que reubicaron a la familia García en el estado de Coahuila, y hasta la fecha, se desconoce su paradero.
El caso de Pascuala García
El material sonoro y gráfico que se obtuvo de este caso fue declarado como perdido, pues, luego de las pesquisas en las ruinas de la incendiada casa, de las cámaras y aparatos de grabación sonora nunca se encontró rastro.
El caso de Pascuala García
El 17 de abril 1966 se efectuó una lectura de testamento, última voluntad del ya retirado padre Benigno, quien después de todo el escándalo sucitado con el caso de Pascuala García, se retiró de la vida religiosa y se recluyó en una propiedad de su familia, en la ciudad de México.
El caso de Pascuala García
Ahí permaneció desde principios de 1954 hasta el 28 de enero de 1966, fecha en la que falleció.
Nunca habló sobre el caso, ni siquiera a sus familiares más cercanos.
Sin embargo, entre las pertenencias que legó, se encontraba una caja cerrada con llave, en cuyo interior se hallaron escritos sobre demonología, religión y filosofía, además de una breve semblanza de los hechos narrados en esta nota. Junto a ella, se encontraban estas fotografías, que constituyen la única evidencia de aquellos sucesos.
Se ha contratado a un equipo de expertos para autentificar la veracidad o falsedad de las fotografías, pero hasta ahora, no se han pronunciado al respecto.
Cortesía…
Esta es una historia ficticia, escrita originalmente por Desde el Vacío: Leyendas y Narraciones de horror.
Las imágenes fueron creadas con ayuda de un software de inteligencia artificial.