Lo que estoy apunto de contarles es absolutamente cierto, este es una historia qué nos debe hacer pensar que los duendes y otras criaturas existen, les cuento, cuando yo tenía como 7 años en el barrio donde yo vivía en la Costa Colombiana, vivia una niña vecinita que era muy linda ella era un poco mayor que yo tendría como 9 años el problema es que todas las noches aparecía con moretones en el cuerpo.
Y cuando despertaba en la mañana eso era una revolución en el barrio, la gente siempre hablando de lo mismo porque curiosamente debajo de la almohada le aparecían detallitos, dinero y cosas, entre los vecinos y entendidos se decía que eran: ¡duendes enamorados!
Yo escuchaba la gente opinando, pero nunca fui a verla y aparte de eso casi no la dejaban salir, pero sí recuerdo que le recomendaron a sus familiares algunos métodos supersticiosos para cuando llegaran el duendecillo, o duendecillos, el método era que ella les hablara y les pidiera “Agua del Mar”, para ello debía entregarle un colador para trasportar dicha agua, y según recuerdo así lo hizo, no sé si eso fue la solución pero lo que sí sé es que de esa forma pudieron dejarla tranquila al alejarse de ella, porque ellos, “los duendes enamorados” al no poder traer el agua del mar, nunca volvían a molestar a su víctima.
Hay muchas maneras de truquear acciones para liberarnos de una de estas criaturas mágicas, ellas como todas los seres y las cosas en este plano sigen reglas y leyes, solamente hay que saber cómo se comportan, y qué hacer en consecuencia…
