Belcebú o demonio de las moscas es una deidad peligrosa y maligna que comanda a 66 legiones de demonios y se le otorgó la representación del pecado capital de la gula.
Uno de los hechos más resaltantes acerca de esta entidad fue la primera posesión demoníaca registrada por los médicos en los años 1565 y 1566, en el acto de expulsión o exorcismo se realizó una confesión bastante importante, la cual era que la legión de ángeles que estuvo en la rebelión estaba comandada por él y que a su vez ese era uno de los motivos por los que fue expulsado del cielo de forma tan repentina y agresiva.
Por esto, Belcebú El demonio de las moscas es bastante solicitado por la brujería y dentro de círculos religiosos causantes de posesiones, como la de la hermana Madeleine y relacionado directamente con las brujas del juicio de Salem.
Es entonces cuando se convierte en uno de los demonios más peligrosos del infierno; siendo el segundo con mayor malicia y poder.
Belcebú demonio de las moscas en sus formas alegóricas
Toma a veces una apariencia colosal; de rostro hinchado, coronado con una cinta de fuego, cornudo negro y amenazante, peludo y con alas de murciélago.
En la literatura cristiana se empleó para designar al Príncipe de los demonios, de acuerdo a la antigua costumbre hebrea de representar deidades ajenas en forma maligna.
En el Testamento de Salomón (obra pseudoepigráfica de origen incierto), se dice que Belzebú fue esclavizado por Salomón; y bajo su mando, Salomón dispuso de todos los demonios que Belzebú tenía a sus órdenes para construir el templo de Jerusalén.
El escritor inglés y premio Nobel de literatura en 1983, William Golding, escribió una novela alegórica de la condición del hombre. La novela se titula El señor de las moscas (epíteto de Belcebú).
En la novela se le representa mediante la cabeza de un jabalí clavada en una pica en un claro de un bosque y cortejada por miles de moscas que revolotean a su alrededor mientras se va pudriendo.