Leyenda de Guadalajara
Hace muchos años, existió un joven que acudía a sus terapias en el Hospital Civil de Guadalajara, el padecía Cancer, el cual fue diagnosticado en una etapa muy avanzada, el y su madre hiceron todo lo posible pero llegó la noticia que derrumbaría todo.
El muchacho fue internado porque ya no soportaba el dolor que le provocaba la enfermedad, el médico dio la noticia que de ya no había nada que hacer, ya no podían salvarlo y que sus días del joven estaban contados.
La madre muy devota oraba a todas horas y pedía por su muchacho.
Tanto así que llevo una imagen al cuarto donde su hijo estaba y este al mirarlo reprochó y exigió que lo quite de su vista, el había perdido su fe, estaba destrozado por todo y no pensaba en nada más que su muerte.
El joven sabía que su día estaba cerca, por lo que se esperó una noche y despistó a todo aquel que lo cuidaba, es así cómo escapó del hospital por una ventana y dio paso a una leyenda de miedo muy conocida en Guadalajara.
El sabía que el hospital colindaba con el famoso Panteón de Belem.
Por lo que no le fue tardado llegar a ese lugar, cargó con su sábana hasta el panteón y en uno de sus árboles el ató la sábana y procedió a ahorcarse para acabar con el dolor que sentía y ya formar parte del inframundo.
El se colgó bajo la luz de la luna, en un panteón donde sabía que acabaría y estaría para la eternidad y así fue, la leyenda cuenta que por las noches se podía apreciar una sombra cerca de un árbol, cómo su estuviese suspendida, el alma del joven se había quedado atrapada viviendo cada noche el momento de su muerte.
Al paso del tiempo este árbol muy famoso por la historia, fue cortado, de esta manera se pensó que los fenómenos paranormales de ese sitio acabarían, sin embargo, hay quienes aseguran que el alma del muchacho quedó vagando por este cementerio.
