Cuenta la leyenda que un día una joven mujer se encontraba dormida abajo de un pirul, cuando de pronto un ” pequeño Ser ” de características muy extrañas se le acercó para decirle unas revelaciones impactantes!
El pequeño Ser le dijo que abajo del pirul había un impresionante tesoro, que el bisabuelo enterró con mucho celo, desde tiempos de la revolución.
El tesoro era un cofre que contenía cientos de centenarios y argoyas de oro, cadenas de metales preciosos y monedas antiguas que quizá en la actualidad valían una fortuna.
Y las fuerzas del mas allá habían elegido a la joven mujer como la justa heredera, por ser una brillante mujer, trabajadora y dedicada a sus padres enfermos.
La joven despertó todavía con la sensación del impactante sueño, confusa analizaba la situación y pensaba una y otra vez lo que le dijo aquel hombrecillo.
Gustosa se dirigió a contarles a sus hermanos varones mayores lo que había sucedido, y al escucharla los hermanos quedaron sorprendidos, pero también en sus rostros se dibujaban sonrisas de ambición e hipocresía, ya habían escuchado durante años el rumor de que el bisabuelo enterró una fortuna y para ellos la revelación era “Oro puro”.
Enseguida fueron por picos y palas y empezaron a escarbar desesperadamente.
Apenas llevaban quizá un metro de profundidad y en el fondo un reflejo brillante los encandilaba.
La sensación era de júbilo, una alegría inmensa y optimista, tantos años de búsqueda y de escuchar una y otra vez la leyenda del bisabuelo adinerado.
Riqueza prohibida
Pero al mismo tiempo comenzó a surgir sentimientos de envidia entre hermanos, según todos merecían mas que otros y mientras escarbaban comenzaron a discutir quien se quedaría el anhelado tesoro.
De pronto el hermano mayor quien era el mas ambicioso y aprovechado, fue tan grande su sentimiento de envidia y poder, que sin pensarla sacó una pistola y amenazo a sus propios hermanos … Y les repetía con furia las sig. Palabras:
– Yo seré el encargado de quedarme con el tesoro y seré yo quien reparta las ganancias a cada quien. Por ser el mayor me atribuye quedarme con la mayor parte.
Los demás hermanos paralizados, solo se quedaron callados y asustados, observando como el hermano mayor sacaba el cofre.
Dicen que al abrir el cofre, salió una especie de polvo y brillo, de fuerte olor que de inmediato tumbaron al hermano mayor.
Y como si de un fuerte golpe se tratara quedo absolutamente noqueado.
Los hermanos asustados decidieron dejar el tesoro ahí y llevar al hermano a la casa a curar urgentemente.
Sin embargo todo fue vano, el hermano nunca se compuso y una fuerte tos crónica acompañada de dolores y vómito acabaron con la vida de aquel ambicioso hermano.
Se dice …. que si el tesoro no es para ti, no será para nadie mas!!!
Es por eso que las revelaciones no son para todos, y son los elegidos únicamente, los que deben abrir el cofre.
FIN.
