Cuenta la leyenda que el famoso “Callejón del Diablo” surgió tras un pasaje histórico en el que el conquistador Hernán Cortés, cruzó el entonces voladero de cinco metros de longitud y 20 metros de alto montado en su caballo Rucio; cuando era perseguido por guerreros Tlahuicas, el demonio ayudó al español a salvar su vida, ya que su corcel cruzó de un salto al otro lado del río.
Dicen que de no ser por el entrometido diablo, Cortés hubiera caído abatido a manos de los ancestros Tlahuicas que seguían de cerca sus pasos para asesinarlo. Ese caballo, se cuenta, surcó los aires como si tuviera alas, como si Cortés hubiera pactado con el mal.
Sólo el diablo pudo salvar de la muerte al conquistador español Hernán Cortés por lo cuál, los ancestros asombrados expresaron: “saltó el diablo”.
El llamado “Callejón del diablo” ubicado en una de las colonias más antiguas de Cuernavaca, El Miraval. La entrada al callejón es por la calle de Francisco I. Madero y atraviesa la barranca de Amanalco hasta llegar al otro lado, en la avenida José Ma. Morelos.
Créditos: Morelos Route