Esta historia sucedio en los años 60, cuando mi abuela era muy joven.
Mi abuela vivía con sus padres, y en ese entonces estudiaba en una pequeña escuela que quedaba en un pueblo lejano a su casa.
Mi abuela se iba en un burro, por lo mismo que la escuela estaba muy retirado.
Dice mi abuela que en una ocasión en la salida de la escuela, ella se quedó hasta tarde con una de sus compañeras que la había invitado a comer en su casa.
Cuando el sol estaba a pocas horas de meterse, mi abuela decidió regresar antes de que su mamá se preocupara.
Emprendió la regresada con poca luz del día, y al pasar el tiempo el sol se había ocultado completamente.
A mi abuela aún le faltaba camino por recorrer, así que se estaba preocupando por su mamá que se fuera a molestar.
Dice mi abuela que al estar adentrada en la vereda, llegó a un punto donde el burro comenzó a portarse de una manera muy extraña, como si no quisiera avanzar.
El burro daba brincos;
Hacía berrinches de una forma desesperada, tanto que mi abuela tuvo que bajarse de él para ver que era lo que le sucedía.
Dice mi abuela que a los segundos de bajarse sintió un gran Escalofrío y una brisa de aire helada, pues comenzó a sentir una intranquilidad en su interior pero decidió no prestar atención y seguir su camino jalando al burro.
Cuando de repente a lo lejos en lo interno del monte escucha un gran estrépito como si vienieran demoliendo arboles fuertemente, pero cada vez se iba acercando el ruido a mi abuela.
Estaba aterrada, tanto que comenzó a llorar de los nervios, no había nadie más en el camino, a parte de que estaba oscuro y no podía ver más allá de lo que le permitiera su vista, empezó a rezar viendo hacia todos lados y el burro estiraba a mi abuela queriendo avanzar más rápido.
Siguió caminando por unos segundos más adelante, cuando al instante mi abuela se percató que a unos metros de ella provenía el gran ruido, se quedó viendo fijamente y no podía creer lo que sus ojos miraban, vio salir a una espeluznante mujer que parecía tener una sola pierna similar a la de una pata caballo, la mujer parecía estar sangrando y no tenía ojos, eran dos hoyos negros…
Mi abuela al ver el horrible aspecto de la mujer se quedó paralizada.
Mientras que la espantosa mujer no le quitaba la mirada de encima, comenzó a hacer sonidos extraños con la boca y a los segundos comenzó a correr (brincar) hacia mi abuela.
Mi abuela al ver que la mujer corría hacia ella, su reacción fue tan rápida que lo que hizo fue aventarse encima del burro, con un pie encima y el otro en el aire, y el burro comenzó a correr apresurado. Dice que no sabe como le hizo para no caerse, supongo que por la adrenalina que tenía en ese momento estaba muy pescada de él.
Mi abuela veía hacia atrás, y solo vío la silueta de la mujer pararse donde ya no pudo alcanzarla.
Al llegar a su casa, mi bisabuela (su mamá) estaba muy molesta, pero al ver la cara de mi abuela se preocupó, pues su cara estaba pálida, y por más que intentaba hablar la voz no le salía del miedo.
Mi bisabuela la abrazó y la tranquilizó hasta que mi abuela pudo hablar y le contó todo lo que le había sucedido.
Mi bisabuela asombrada de escuchar todo dijo: “¡Santa María purisima!
Se te apareció la patasola!
Agradece que llevabas al burro o de lo contrario te hubiese llevado”. Por eso mi abuela dice que los animales son benditos ya que ellos pueden ver lo que nosotros no vemos, por eso ellos siempre nos protegen de malas energías y de cosas malignas, esto le sucedió a mi abuela y dice qué nunca olvidara la terrible noche que pasó…
