Anel era una estudiante de arte, un día tras un duro día de trabajo en la escuela, encontró un cuadro qué estaba envuelto en una tela. Al destaparlo vió, qué el cuadro era de una mujer joven sonriente junto lo qué parecía ser un gato en los brazos ( bueno eso es lo qué a ella le pareció.), la verdad es qué no sé parecía nada aún gato. Pero a Anel le gustó y sé lo llevó a casa.
Aquella noche un duro golpe despertó a Anel, cuándo observó el cuadro, la joven había cambiado, está miraba a la nada y ya no sonreía, tenía la mandíbula abierta de una forma muy grotesca. Anel sé asustó y fue a tirar el cuadro, notó qué algo la agarraba del cuello y qué empezaba a asfixiarla poco a poco, hasta llegar a desmayarse y caer al suelo.
Al día siguiente, el cuadro apareció colgado en la pared, pero no había nada en él, salvo el animal qué yacía muerto junto a unas pintadas rojas qué parecían sangre. Anel cogió un mechero y el cuadro, salió de su casa, sé dirigió al jardín y quemó el cuadro. Cuándo estaba a punto de llamar a sus padres para explicarles lo sucedido…. Un fuerte viento la arrastró a dentro de la casa, cerrándole la puerta de forma violenta.
Al día siguiente la encontraron muerta con una expresión de terror en su rostro, su mandíbula y su boca habían sido arrancadas. En sus manos sostenía un cuadro de una joven sonriente, qué en sus brazos sostenía un animal.
