Soy velador hace más de treinta años del panteón municipal del pueblo, hace quince años sepultaron a una niña, su lápida era muy humilde, al pasar de los años nadie la visitó, su tumba se veía tan triste y olvidada que le hice una cruz con unos troncos y la pinté en color blanco y rosa.
Le acomodé su tumba y le rocié algunas semillas pensé que serían algunas flores y que si se daban esa tumba ya no se miraría tan triste, los días pasaban y en mis sueños veía a la niña que me llevaba una flor, la dejaba sobre el buró y me daba las gracias por la cruz y las flores.
Siempre después de mis sueños al llegar a mi trabajo revisaba la tumba pero aún no se veían flores ni nada así que asimilé que eran eso solo sueños.
Un día ya entrada la noche entraron unos saqueadores de tumbas y claramente mire a la niña parada frente a mi puerta, me dijo de los ladrones y llamé a la policía, llegaron y efectivamente ya estaban robando cable y algunas lápidas y cruces, y no solo eso, los ladrones iban armados con armas de fuego, si yo los hubiera enfrentado solo me hubieran matado pero gracias a la niña no me hicieron nada.
La tumba 717
Al día siguiente por la noche otra vez mire a la misma niña y me empezó a sonreír me arrimé y le di las gracias y le pregunté que donde vivía y qué hacía a estas horas fuera de tu casa, ella se volteó corrió y me dio un abrazo, dijo soy Lupita y solo quería agradecerte por la cruz y por las bellas flores.
Vivo en la tumba 717 ¿me recuerdas!?.
La abracé y lloré como si la conociera de años, desde ese día ella me cuida a mi y yo solo le llevo en agradecimiento sus dulces y un juguete ahora somos amigos.
Han pasado más de diez años desde ese día, pero hoy me dijo algo que me dejo mudo, dijo que pronto los dos cuidaríamos del siguiente velador, solo espero que mi familia no se olvide de mi así como se olvidaron de esa niña.
Créditos a quien corresponda.