Primeramente, ¿Qué es el Rapé?

El rapé es un compuesto principalmente de tabaco, que es finamente molido y colado, para luego ser mezclado con cenizas de fuego ceremonial, y otros ingredientes que sirven para potenciar sus efectos, como corteza de árbol o semillas.)

Mi relato comienza de la siguiente manera; Llegué al lugar acordado, el ritual inició, los participantes formaron un círculo tomados de la mano, en donde cada uno es un punto en la línea, “es decir que se toman de la mano teniendo la mano derecha sobre la izquierda de cada uno”, entonces el oficiante hace una oración de apertura para la ceremonia.

Inmediatamente la ceremonia comienza y uno a uno los participantes se acercan a los facilitadores en donde estos les explican el procedimiento en la inhalación del rapé; me explicaron la importancia de establecer una intención clara antes de inhalar el polvo de tabaco sagrado, entonces me dispuse a sumergirme en este viaje introspectivo.

Ya al inhalar el rapé, se produce una sensación estimulante y un ligero efecto psicoactivo.

Que varía según las mezclas utilizadas y la sensibilidad de cada individuo; es una gran herramienta para calmar la mente y conectar con la esencia del universo.

Mi encuentro con el Rapé

La inhalación fue bastante profunda, un cosquilleo intenso recorrió mi nariz y se extendió rápidamente por todo mi ser. Mi mente se volvió clara y alerta, y una sensación de enfoque y conexión con el presente se apoderó de mí, a medida que el rapé trabajaba en mi interior, experimenté una sensación de purificación. Pronto sentí cómo se abrían mis vías respiratorias, liberándome de tensiones y energías estancadas, en un acto de autoconocimiento y liberación.

Pero el rapé no solo afectó mi cuerpo físico, sino también mi estado emocional y espiritual.

Sentí una profunda conexión con la naturaleza y conmigo mismo. Mis pensamientos se aquietaron, permitiéndome sumergirme en un estado contemplación.

Sentí una liberación de emociones reprimidas y una claridad mental renovada. La experiencia me brindó una sensación de renovación y empoderamiento, recordándome la importancia de cuidar y nutrir mi ser en todos los niveles.

Luego de que todos participaran de la ceremonia, ya pasadas unas horas en la que todos pudieron meditar y dejar pasar el efecto, la oficiante nos reunió nuevamente en un círculo de solve et coagula para realizar el cierre del ritual con otra oración;

Me sentí profundamente agradecido por haber tenido la oportunidad de experimentar el rapé.

Si bien es una experiencia personal y cada individuo puede tener respuestas únicas, para mí fue una vivencia transformadora que me conectó con aspectos profundos de mi ser y me ayudó a reconectar con lo esencial.

Por: Héctor Báez