Una noche con el diablo – La historia que hoy les relato es un hecho real y la quiero compartir con ustedes, ocurrió en un coloquial pueblo en el departamento de Antioquía Colombia.
Era época de vacaciones, mucha gente iba al pueblito de visita, para ese entonces un grupo de seis jóvenes llegaron al pueblo procedentes de Bogotá, la idea de ellos era estar un par de días ahí y luego marcharse a otra población cercana haciendo un tour de pueblo en pueblo, pasaron la noche en la población donde hicieron algunos recorridos turísticos, al día siguiente en la mañana un habitante del pueblo se ofreció como guía para llevarlos a orilla de un río conocido como pozo azul.
Los jóvenes entusiastas aceptaron la idea e hicieron los equipajes para pasar el día y la noche junto al río, y fue así como emprendieron camino los seis jóvenes, el guía, y el hijo del guía, este último, un muchacho extraño, callado, como si viniera de otro mundo, los turistas no vieron ningún problema, y continuaron el rumbo hacia el río internándose en la vegetación, por senderos, caminos y trochas, hasta que después de caminar algunas horas llegaron a su destino, un hermoso y majestuoso paisaje los esperaba, todo era encantador tal y como les dijo el guía.
Bajaron sus maletas, armaron las carpas y se dedicaron a disfrutar.
Mientras nadaban en el río, desde lo lejos el joven guía los observaba fijamente sin perderles la mirada, el día se fue desvaneciendo y la noche fue entrando al calor de las llamas de una hoguera, y acompañados de la mejor cerveza los turistas atentos escuchaban varias historias de duendes, brujas y fantasmas, que el guía adulto les contaba.
Sin embargo, esos instantes de tranquilidad y de placer pronto se acabarían y la noche se les haría larga y tormentosa; mientras escuchaban al guía adulto hablar, no se percataron que el joven guía había desaparecido, por un momento pensaron que solo había salido a hacer sus necesidades fisiológicas, pero después de un buen tiempo de ver que no regresaba se empezaron a preocupar, lo llamaron, le gritaron, lo buscaron, pero no había señales del muchacho, el guía adulto preocupado por el paradero de su hijo, alistó una maleta, y emprendió camino, hacia la oscuridad, le dijo a los turistas:
-Pase lo que pase no se muevan de este lugar. Mañana en la mañana los vengo a recoger-, se despidió de los jóvenes y se internó en la oscuridad, los jóvenes turistas estaban asustados, y preocupados por lo que estaba pasando, sin embargo ese miedo se les iba a empeorar cuando a lo lejos escucharon un desgarrador grito de auxilio, era la voz del guía adulto, perturbados y desconcertados no sabían qué hacer, trataron de pedir ayuda desde el celular pero no había señal, mientras a lo lejos se escuchaba un nuevo grito del guía, en sus mentes perturbadas solo pensaban que un animal salvaje había atacado al guía y tendrían que auxiliarlo.
Cuando estaban dispuestos a salir, un nuevo grito se escuchó acompañado de una risotada infernal.
No era la voz del guía tampoco era la voz del joven, alguien más estaba acechando desde la oscuridad, los turistas envueltos en pánico se resguardaron dentro de una carpa, mientras que por un rato volvió la calma y cuando creyeron que todo había vuelto a la normalidad, una nueva risotada volvió a agitar el ambiente, esta vez se escuchó a escasos metros del lugar de campamento.
Una noche con el diablo
Los jóvenes entraron en pánico, se abrazaron entre todos mientras que afuera se escuchaban los pasos de una bestia caminar alrededor de la carpa, y una voz grave y chillona les amenazaba que los iba a asesinar como había asesinado al guía, uno de los jóvenes entro en shock y se desmayó, mientras que la bestia volvía a reír, lanzando una carcajada descomunal, los árboles se agitaban, una fuerte ventisca arremetía, el río se creció, parecía que se iba a desbordar, la madera de los arboles crujía, y los fuertes pasos de la bestia amenazaba con destruir la frágil carpa que los protegía.
Sin más remedio los jóvenes solo tendrían que soportar las envestidas del ente.
Como pudieron agarraron la carpa, para que el fuerte viento no se la despedazara, oían como los árboles se caían, una fuerte tempestad los atacaba, y el alarido y risotada de una bestia demoníaca los perturbaba, pero la noche se hizo día, la mañana los aliviaba, y el canto de los pájaros los alentaba, ya era de día y los jóvenes salieron de la carpa, pensaron que encontrarían todo por el piso, cuando salieron no podían creer lo que veían, porque todo estaba en absoluta normalidad.
No había señales de la ventisca, del río crecido, y de árboles caídos no había nada, como pudieron salieron afanosamente del lugar buscando el camino que los llevara de regreso al pueblo, por horas estuvieron perdidos, hasta que se encontraron con unos campesinos quienes los guiaron hasta el poblado, al llegar al pueblo buscaron a los policías para denunciar lo que había pasado, la posible muerte del guía y la desaparición del hijo.
Sin embargo y para su sorpresa, el policía les dijo que muchos años atrás, un joven practicante de magia negra, adorador de las ciencias ocultas y perteneciente a una secta satánica asesinó con un cuchillo a sus padres y luego se suicidó en un balneario del poblado llamado pozo azul, desde ese entonces, y hasta ahora nadie se atreve a pasar por ahí, ya que en las noches se escuchan los gritos del padre, y las risotadas del diablo, era la misma familia del guía y el joven desaparecido.