Aquí vienen otra vez, los valientes. Otra noche de Halloween, y los niños están de regreso, aquí para demostrar su valentía. Las tablas del suelo de la casa vieja crujen bajo sus zapatillas.
Solo falta media hora para la medianoche, así que tengo que trabajar rápido. Empiezo con su linterna, soplando ligeramente contra ella, de modo que parpadea, pero esto inspira poco más que una risita nerviosa.
Quince minutos para la medianoche los valientes no demoran
Es hora de llevar las cosas a un nivel superior. Floto hasta el techo y convertiré mi cuerpo en carne. Todos mis nervios están en llamas, pero no me han dado otra opción.
Obligo a que me salgan gotas de sangre por la nariz, pero los chicos de abajo no se dan cuenta.
Golpeo contra el techo, pero ni siquiera miran hacia arriba. “Pensé que se suponía que este lugar estaba embrujado”, dice el líder. “Qué broma.”
Cinco minutos para la medianoche
Se me acaba el tiempo
Con lo último de mis fuerzas, grito, tan fuerte que finalmente se vuelven para mirarme.
Me gusta pensar que hice un buen espectáculo: me balanceo sobre una soga invisible y la sangre fluye libremente por mis fosas nasales ahora.
Un par de gotas golpearon a uno delgado con un corte de pelo al rape. Los chicos gritan y corren hacia la noche, justo a tiempo. Debajo de mí, escucho a la Cosa girar, su decepción palpable.
Por ahora, duerme. Pero un día fracasaré. Los chicos serán demasiado valientes y no los asustaré a tiempo. Un día lo despertarán.
By: scarymaxx
